‘Si lo que va a decir no es más bello que el silencio no lo vayas a decir’. Esa frase tan sabia de una canción increíble, se la deberían de aplicar los partidos políticos a la hora de sacar la cara por los suyos cuando no existe defensa posible. Sí, hay ocasiones en las que los silencios favorecen, si no se va a decir la realidad porque es políticamente incorrecta en el bando en el que se milita.
Cada año se repite. Cada último trimestre sucedo lo mismo. Y de ahí, la obligación moral de hablar de olvidos, de oportunidades que pasan de largo y de perdida de la batalla de la lucha por unas mejores infraestructuras. Primero el gobierno nacional, luego llegará el gobierno autonómico. Siempre con una seña en común, el olvido a Aranda y la comarca.
Una vez más, el borrador de Presupuestos Generales del Estado nos da la espalda. Migajas para la provincia de Burgos, casi ni restos de migajas para la Ribera del Duero burgalesa. Los tramos de la Autovía del Duero de nuestra zona son los más olvidados dentro de la infraestructura viaria del olvido (y de la vergüenza). Tres millones en global, para dos tramos en particular. El uno de 22 kilómetros entre Langa y Fresnillo, el otro de 14 entre Castrillo y el límite de la provincia de Valladolid. Dos millones y uno, respectivamente. Eso en el lenguaje de autovías en prácticamente la nada. Se puede equipar a algún centimillo en la economía familiar.
Más irrisoria es aún la partida para la posible, hipotética, milagrosa, utópica… reapertura de la línea férrea entra Madrid y Aranda. 120.000 euros para un informe que parece que será largo porque aparecen divididos en tres partidas plurianuales de la misma cantidad hasta 2025. En este caso, ya no se sabe si se habla del estudio de viabilidad, del proyecto, del estudio del estudio, o de cualquier excusa nueva para alargar más la ya eterna agonía (como que busquemos la partida en otras provincias afectadas). Hace poco menos de un año, se nos alertó de una gran noticia que iba a hacer pública la ministra de Transportes sobre el Directo en un viaje a Burgos. Ese gran anuncio se quedó en 10 millones de euros, de los que ahora desconocemos si existen, no existen, o se volverán a utilizar en plan campaña en breve. No está de más recordar que la importancia de las cantidades no está en los anuncios, ni tan si quiera en ponerlas sobre el papel y aprobarlas, sino en llegar ejecutarlas. Y eso no pasa.
A mayores de estas dos infraestructuras (autovía y tren), cero patatero. Así, un año más, y ya hemos perdido la cuenta, con unos, con los otros y con los socios de ambos. Y como es habitual, a la frustración de las migajas, se une las palabras de justificación (de los suyos). No, estos presupuestos no son moderadamente satisfactorios. Y tampoco vale el argumento de que los otros pusieron menos dinero, ni que los proyectos viarios se ven en global y hay partidas para otros tramos en otras zonas. La ambición por defender lo nuestro tiene que ser siempre lo primero y nadie puede estar ni mínimamente satisfecho con estas partidas, cuando se espera una autovía desde hace 30 años y un tren desde hace once. En estas cosas no sirve lo de ver el vaso medio lleno.t
Este es el primer envite, todavía nos quedan los presupuestos de la Junta en los que mejor no hacernos demasiadas ilusiones con el hospital, la circunvalación…
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|